jueves, 30 de septiembre de 2010

Un 600 para mi

Un punto en las cosas que hacer antes de morirme era tener un fitito. Sin dudas el auto de mis sueños. Como verán vuelo no muy alto, no porque no aspire a más, sino porque es el auto que me gusta desde que tengo uso de razón.
Me imagino en la panamericana con la ventana baja, el viento en la cara. Sin embargo me veo, también en la panamericana, con taquitos en pleno verano, cambiando una goma, pidiendo auxilio o intentando que el motor, de ese auto tan amado, no se funda.
Son sentimientos encontrados saber que es EL auto pero que también es UN problema. Todas las personas con las que hablo me dicen que no, pero mi corazón dice que si. Dilemas de la vida.
Hace dos días Cris me trajo un ofertón. Un mecánico vecino tiene una bolita en el taller y la vende a $1.200. Una ganga, sin contar que hay que hacerle el motor, chasis, chapa y pintura. Me lo dijo de compromiso porque después mete todas las fichas para que no lo compre.
Una clienta del negocio de papá tiene una. La tiene 0 km. Se la regaló el marido como nueva. La usa los fines de semana (en la semana usa una camioneta 4x4 con turbinas y nitro). Estoy segura de que esa mujer los fines de semana es realmente feliz.
Pensemos que Susana Gimenez empezó su carrera con una bolita. Quién te dice que dentro de unos años soy la nueva Susana.

1 comentario:

  1. Compratelo, nena. Los gustos, si no te los das ahora, cuándo te los vas a dar???

    ResponderEliminar