miércoles, 22 de febrero de 2012

La suerte está echada

A las 20 hs. decidimos con Lore que era hora de cerrar la agencia e irnos a casa. Hoy fue un día de corridas, internet fallido, reuniones, cola en el banco, almuerzo en el escritorio, horas extras y estress, por lo cual llegar a casa y quedarme en patas era lo que más ansiaba en el mundo.
Nos despedimos en la puerta y yo me dirigí como siempre (cartera, bolsa con tuppers, saquito, ojotas, celulares) hacia mi auto. Llego al lugar indicado y fue como haber vuelto a ver la película ¿Dónde está mi auto?. Si señores, mi auto no estaba. Volví para la esquina pensando "capaz lo estacioné en otro lado" sabiendo que era IMPOSIBLE. No sabía qué joraca hacer, acto seguido la llamé a Lore quien vino a mi rescate sin dudarlo. En ese transcurso lo llame al premio Nobel de la paciencia, Cris. Ya con Lore, y todavía sin llorar, dimos la vuelta manzana para ver "si lo veíamos", por Dios es ooobvio que el chorro no lo va a estacionar a la vuelta de donde lo robó!!!!! pero así y todo lo hicimos y estacionamos en el lugar del hecho. Mientras llamé al 0800-papá, el que casi se desmaya. Mientras hablo con mi santo padre veo un cartel de discapacitados fijado a unos 6 metros de donde yo había estacionado, se me ocurre pensar en que se lo llevó la grúa, consuelo de tontos... Con Lore decidimos que tocarle el timbre a los vecinos era la mejor desición. Tocamos 3 timbres, la casa del cartel en cuestión de la que no salio nadie y las dos casas del costado.
En la casa de la derecha sale un viejito simpático que nos dice que el la grúa hoy no la había visto, por lo tanto mi auto ya casi estaba en el desguasadero. Muy atento buscó los números de la fiscalía para poder averiguar por las dudas. Mientras el señor busca los números sale el vecino de la otra casa de al lado a sacar la basura. Lo encaro, le cuento mi situación y contesta: "Noo mija (mi hija), se lo llevó la grúa", a lo que yo contesto: "pero el cartel de discapacitados está acá y no dónde yo estacioné", el señor responde, "si ya se, el cartel está mal ubicado", ahhh bueno pensé yo, era la yapita del día.
Entre ataque de nervios y llanto volvemos al auto de Lore y decido que lo mejor es dejarla ir y yo encontrarme con el premio Nobel de la paciencia (que ya se había bajado del tren para ir hacia mi encuentro). 10 cuadras más tarde me encuentro con Cris y me largo a llorar como corresponde. Él en ese preciso momento duda, pero decide no huir. Juntos llamamos al número que nos da el viejito y si, efectivamente Rocky está en el depósito. Me vino el alma al cuerpo. En ese momento llamo al 0800-papá para avisarle y que el pobre hombre no se infarte.
Luego del mal momento el premio Nobel decide que me acompaña a mi casa y compra para calmar mis nervios y ansiedad una Coca Zero y un Marroc. Yo de a ratos me acuerdo y lloro.
Ahora ya estoy en casa, en patas y comiendo unos ricos fideos con tuco recalentados mientras el resto de la familia está en el cine.
Mañana a las 8 y $200 mediante, iré al depósito a rescatar a mi hijo.
Demasiado para una semana tan corta.
Pero mientras sigo pensando y lo que no entiendo es:
1) por qué no me dejaron un cartel? Rta: Creo que lo hacen para que la gente se muera literalmente de un infarto y así puedan hacerse unos pesos vendiendo los repuestos.
2) por qué el cartel del sr. discapacitado no está ubicado donde corresponde?. Rta: porque le chupa un huevo total el estaciona donde quiere y no tiene que pagar los $200 + multa.
3) por qué necesité un Marroc para calmarme. Rta: por que soy obesaaaaa

Este fue mi miércoles, espero que mi jueves sea mejor.

Dulces sueños mis lectores.