jueves, 30 de septiembre de 2010

Un 600 para mi

Un punto en las cosas que hacer antes de morirme era tener un fitito. Sin dudas el auto de mis sueños. Como verán vuelo no muy alto, no porque no aspire a más, sino porque es el auto que me gusta desde que tengo uso de razón.
Me imagino en la panamericana con la ventana baja, el viento en la cara. Sin embargo me veo, también en la panamericana, con taquitos en pleno verano, cambiando una goma, pidiendo auxilio o intentando que el motor, de ese auto tan amado, no se funda.
Son sentimientos encontrados saber que es EL auto pero que también es UN problema. Todas las personas con las que hablo me dicen que no, pero mi corazón dice que si. Dilemas de la vida.
Hace dos días Cris me trajo un ofertón. Un mecánico vecino tiene una bolita en el taller y la vende a $1.200. Una ganga, sin contar que hay que hacerle el motor, chasis, chapa y pintura. Me lo dijo de compromiso porque después mete todas las fichas para que no lo compre.
Una clienta del negocio de papá tiene una. La tiene 0 km. Se la regaló el marido como nueva. La usa los fines de semana (en la semana usa una camioneta 4x4 con turbinas y nitro). Estoy segura de que esa mujer los fines de semana es realmente feliz.
Pensemos que Susana Gimenez empezó su carrera con una bolita. Quién te dice que dentro de unos años soy la nueva Susana.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

El cliente siempre tiene la razón

¿Qué hace un ejecutivo de cuentas para no matar a su cliente con una llave cruz en la cabeza? Por ahora yo respiro hondo y digo que si con la cabeza, sabiendo que cuando vuelva a la agencia alguien me va a colgar en la horca por todos los nuevos cambios e impresiones para ayer.
Entre ayer y hoy recibí 50 llamados, 30 mensajes de texto y 28 mails del cliente, 20 insultos de diseño, 30 insultos de la imprenta, 10 de producción.
Todos tienen razón y sus motivos son más que válidos. Estar en el medio no es lo que aconseja la Organización Mundial de la Salud pero es lo que me toca siendo cuentas.
Descubrí que por más buena voluntad que pongas siempre alguien queda desconforme y que para que todo salga lo mejor posible: “algún culo tiene que sangrar”. Claramente no estoy en posición de víctima pero los bombardeos de ambas trincheras recaen de este lado.
El cliente sabe que te debe la vida y vos sabes que le debes esa vida a diseño y producción. Es un pasamanos mortal y sanguinario.
Espero mañana llegue a su fin, por el bien de todos.

martes, 28 de septiembre de 2010

Mentiras piadosas

A uno de los muchachos de la agencia, cuando era chico, no lo dejaban meterse a la pileta después de comer porque el agua te corta la digestión y te morís (Es directo. Tocás el agua y te quedás seco).
La realidad es que los padres que les decían eso a sus hijos, lo hacían para asustarlos mientras ellos se dormían una siesta luego de la sobremesa.
Otra mentira popular es la mezcla mortal de sandía con vino. La sandía es lo más sano que vi y el vino es la sangre de cristo, cosa que no debería ser mortal. Es como cruzar a Lassie y a Heidi. Andá a saber de dónde salió esa teoría, pero es tan pesada que no conozco a nadie que haya desafiado a la muerte.
Mi papá un día nos dijo que si tocábamos la mica de la ventanita de la puerta de la salamandra y nos tocábamos los ojos nos quedábamos ciegos. Fue el trauma del invierno por muchos años. Hace poco (realmente poco) alguien me dijo que era mentira. Lo primero que le dije a esa persona fue, mirá si mi papá nos va a mentir con eso. Pasaron dos minutos y me dije a mi misma mirá si papá va a poner algo en la salamandra si sabe que nos puede pasar algo.
Son esas mentiras que no dañan a nadie pero ayudan a que no nos mandemos cagadas o nos dan tranquilidad. Tu mamá no te iba a decir a los 5 años que tu perro murió víctima de un camión en la ruta. En lugar de eso te decía que se fue con su familia o encontró una novia.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Amas de casa eran las de antes

El fin de semana mis padres, con motivo de sus 25 años de casados, se fueron a Entre Ríos. Quedé a cargo de mis hermanos y todo lo que ello trae aparejado, que no es poco.
Lavar, pensar qué comer, colgar la ropa, descolgar la ropa, alimentar perros y hermanos, mantener el orden, la paz y no tener miedo a la noche.
El sábado temprano ordené la casa, lavé los platos, hice un bizcochuelo, alimenté animales y pasé la tarde con dos amigas. A la nochecita vinieron otras amigas y salimos. El domingo a la mañana ordené, lavé los platos, colgué la ropa, hice nachos y cociné. Terminé muerta, fundida cual fitito en verano.
Es ahí (y cuando te vas a vivir sola) que te das cuenta de lo dependiente que sos de tu madre. Sin ir más lejos, una de las chicas que se fue a vivir sola no hace más de un mes, hizo su primer lavado en el lavarropas sin jabón en polvo. Buenísimo.
Cuando mi familia se fue de vacaciones y me quedé cuidando la casa, la perra no comió como por 5 días. Yo la veía que me miraba raro, hasta que me di cuenta de porqué era (igual le robaba comida a los otros perros, no es que se murió de hambre). En otra oportunidad me olvidé la ropa en el lavarropas unos 3 días, cuando fui a lavar más ropa me encontré con seres vivientes semi putrefactos viviendo en el electrodoméstico.
Por suerte no hubo emergencias (mamá me dejó arriba de la mesa los carnets de la obra social de mis hermanos) graves más que la quemadura de algún que otro repasador y no darle de comer a los peces desde el viernes.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Cada loco con su tema

En cada barrio hay un loco. A la vuelta de la casa de Cris había una señora que le faltaban todos los caramelos del tarro. Lo veía y le empezaba a gritar “Tramoyista”, “Nazi”, “A vos hay que meterte en un campo de concentración”. Yo moría de risa pero también trataba de esquivarla porque cada vez que Cris le respondía se ponía a gritar más cosas.
Vivía en una casa toda llena de arbustos, perros, gatos y andá a saber qué otra cosa más (era la típica loca de los gatos/ perros que hay en cada barrio).
Cuando vivía en Martínez, en la plaza había un viejo linyera que después de tanto tiempo de ser linyera se le volaron un par de pajaritos.
Cada loco cuenta una historia diferente, con un mambo que los identifica. Hay algunos que no se dan cuenta de su locura y viven en su mundo y son felices así. Otros realmente la pasan mal.
Hay personas que nacen locas y otras se vuelven así por diferentes motivos. La soledad es uno de ellos, pero también creo que el amor hace de las suyas. Quedar loca de amor o por esperar a esa persona que se fue y nunca va a volver. Eso es estar loco.
En la tele también está lleno de locos, uno de mis favoritos es “El loco del vino”. Se hizo conocido en Policías en acción y de ahí saltó al estrellato. Quedó medio estrellado en el camino. Para el que no lo vio, les dejo el link, imperdible: http://www.youtube.com/watch?v=dAsTVxQTLUw
Los mayores locos de la tele se agrupan en el programa de Anabela Ascar, también imperdible, para mí el mejor programa de la televisión. De ahí salió la gloriosa Zulma, Heaven music y hasta el hombre chip. Este señor creía que los jefes de su anterior trabajo (una panadería) le habían puesto un chip en el cerebro para controlarlo.
Un poquito de locura no nos vendría nada mal.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Ex

Hay ex de todo tipo y calañas. Despechados, insistentes, resignados, enamorados, tristes, amigos.
Todos hemos sido y tenido un ex.
Hay algunos que se van de tu vida y nunca más vuelven, pero hay otros que cada tanto aparecen. A veces por casualidad y otras con intenciones bien claras.
Está en nosotros saber diferenciar esas apariciones y cómo vamos a aprovecharlas.
Personalmente las apariciones con intenciones de personas que hicieron daño me molestan. Estás haciendo tu vida tranquila sola o en pareja, sos nuevamente feliz y aparece un moscardón al cual ya habías fumigado y apartado de tu vida. ¿intenciones? Muchas. Solo un beso, una noche prometedora o volver. ¿Volver? Ni loca. Ya nos conocimos, no funcionamos, me destrozaste el corazón.
A veces es intentar remontar algo que sabemos no va a funcionar y nos va a lastimar más. Otras veces no. Sea como sea dudamos mucho y pensamos demasiado antes de dar un paso por miedo a salir heridos, nos creamos un caparazón.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El genio de la web

Miles de sobremesas nos hemos dedicado a jugar al Akinator. Para el que no jugó nunca, se los dejo: http://es.akinator.com/#
Sea el personaje que sea te lo adivina. Más personajes te adivina, más bronca te da y más jugás.
Si pensás en tu novio te dice “tu novio” si pensás en Heaven Music te lo adivina. Es increíble.
Pierdan un ratito de tiempo, jueguen y después me cuentan.

martes, 21 de septiembre de 2010

El mundo del juguete

Para mi cumpleaños del año pasado Pato, mi amiga, me regaló la muñeca que más ame en mi infancia, la Zig-Zag. Aparentemente al crecer mi madre hizo justicia por mano propia y la tiró, regaló, donó o quemó (hecho que hoy día es reclamado). Pato tiene su muñeca original, la cual yo le pedía cada vez que iba a su casa sin lograr mi objetivo. Pensé robársela, pero se iba a dar cuenta de que era yo. Cuando me la regaló morí de amor, me la compró por Internet nueva. Increíble.
Los juguetes que más quise fueron esa muñeca, mi amado Family (que me fue obsequiado nuevamente en la pasada navidad) y un espejito con cajoncitos y un pianito musical, que mi madre también desapareció.
Cuando juego al Family sentada en el piso me siento de nuevo en los 7 años. El Mario es mi preferido aunque pierda todas las vidas en el nivel del agua.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Shopping de Retiro a Tigre

El tren no es solo un medio de transporte público, es un comercio.
Suben desde personas cantando, pidiendo, vendiendo medias, hasta vendedores de chips para celular.
Soy de esas personas que compran en los transportes. He comprado medias, guía T, un set de destornilladores, pegamento instantáneo (que estaba seco), chocolates, chalinas y todo lo que el mercado ofrezca.
Hay un vendedor en especial, Cris y yo lo apodamos “el chocolatero”. Lo conocimos una noche que le compramos chocolate. Cada noche que Cris me acompaña al negocio de papá le compramos algo. Creo que le estamos pagando el colegio de sus hijos. Lo vemos todos los días. Ya es amigo, nos saluda, le da la mano a Cris, nos cuenta su vida. Todavía no logramos descuento pero estamos en tratativas.
Dentro de las personas que piden o hacen alguna gracia por una moneda, se encuentra “Chelo Marchelo”. Personaje conocidísimo por los usuarios de la línea Retiro-Tigre. El canta para cumplir su sueño y, aunque nadie le enseñó a vocalizar, canta con todo su corazón. El viernes nos lo encontramos. Lo vimos agarrado de la puerta cantando en voz alta con los auriculares puestos. Esta vez no estaba ofreciendo su espectáculo, cantaba para el (pero a los gritos).
El que cree que necesitaba terapia, dese una vueltita por el tren y va a ver que hay gente peor.

PD: el sábado nació mi nuevo sobrino, debo admitir (y soy absolutamente objetiva) que es lindo.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Sociedad protectora de animales

Retomando el tema de los accidentes, hoy hablamos sobre los accidentes con mascotas. Estos son accidentes fatales, ideales para Crónica.
Un día Cris me cuenta que de chico tuvo una codorniz como mascota. Una vuelta, jugando sobre una silla, pega un salto y cae al piso justo justo cuando la codorniz estaba pasando. Cris 1, codorniz 0.
Una de las chicas contó que, tras intentar salvar a unos pobres e indefensos conejos recién nacidos y mojados, los puso en una cajita arriba de la tapa del horno y alguien sin querer cerró la puerta. Esa noche comieron conejo a la provenzal.
Pato, una amiga tenía un gato, el cual murió asfixiado después de que su hermano lo metiera en el lavarropas para hacerle una broma.
Una vez fuimos al campo de una tía en Monte. Mi hermano, en ese entonces mucho más chico, quedó encantado con una cotorrita australiana azul. A las dos o tres horas de que dejó de estar parado en su jaula, vimos que el pobre animal había muerto. La autopsia nos reveló que el niño en cuestión le había dado de comer milanesas.
Si bien estas historias son divertidas, en el momento en el que pasan te agarra un profundo dolor.
Por suerte no nací codorniz ni cotorrita australiana.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Que parezca un accidente

Los accidentes domésticos son los peores.
Una vez estábamos en casa y mis hermanitos jugaban con un amiguito en el patio. El amiguito entra a la casa y dice “Elsa, Delfina le tiró a Ignacio un casco”. Mamá le dice bueno no importa que se arreglen (pensando que le había tirado un casco de juguete). Resultó ser que el famoso casco, era un cascote, medio ladrillo para ser más precisa. Salimos todos a la guardia.
En otra ocasión, mi hermano Manuel, jugando con los otros 2 en el árbol, al bajarse se resbala y cae sobre una pila de leña y sobre el alambre de púas del cerco. A todo esto, sabiendo que mamá los iba a retar, Manuel dice: “No le digan a mamá”. Esta escena me hace imaginar automáticamente a una película de guerra, donde Manuel se arrastra en el piso con las piernas amputadas pidiendo que no le digan a mamá. Me río cada vez que lo cuento.
Dentro de mis accidentes domésticos una vez en verano mamá me pidió que pusiera en una olla con agua hirviendo un matambre para descongelar. Estaba en bikini y short. Agarré una olla y puse el matambre, lo quise dar vuelta y se me resbaló, haciendo una hola de agua hirviendo destinada a caer en mi esbelto abdomen. Terminé toda quemada y en cima me re contra cagaron a pedos por haber puesto una olla chica.

Accidentes domésticos, la sal de la vida.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

10 cosas que hacer antes de morirme

Después de haber visto mi vida en un segundo ayer en el Bondi, me puse a pensar qué cosas me gustaría hacer antes de morirme.
Es un poco traumático eso de qué hacer antes de morirse asíque pongámosle otro nombre: 10 cosas que hacer en la vida.
Mi lista puede sonar un poco rara, se las dejo:

1) Viajar
2) Vender aunque sea un bonsai (esta la cumplí el otro día, es más voy por el segundo).
3) Estar depilada definitivamente (me faltan 3 sesiones)
4) Ser la dueña de una mercería
5) Hacer un curso de zapatos
6) Casarme con el hombre que amo (esa no se la esperaban)
7) Ser reconocida por haber hecho algo importante
8) Manejar un camión
9) Comprarme un Fitito (en lo posible descapotable)
10) Hacer de mi marca de ropa un proyecto exitoso

Esas son mis cosas pendientes por ahora. Creo que en algún momento me va a dar ganas de tener un hijo. Cuando llegue el momento veré qué saco de la lista.

¿vos qué harías? Vale todo.

martes, 14 de septiembre de 2010

Con el pie izquierdo

Hoy mi día empezó con el pie izquierdo.
Me levanté con vos de camionera fumadora, un desastre. Llegué a la agencia, todo normal, ninguna bomba se avecinaba. A eso de las 10 de la mañana llega un paquete a mi nombre, el cual contenía las tarjetas personales de mi marca de ropa. Eran violetas en vez de azules (imprentero y la ru pu que te pa). Me dije a mi misma, puede pasar, pobre señor. A eso de las 3 de la tarde emprendí mi camino a casa ya que papá se operaba y me venía a cuidar a mis hermanos. Llego a la avenida, me tomo el 707, se me traba una moneda de 5 miserables centavos. El chofer no muy amigable destrabó la máquina pero no recuperé mis 5 centavos, por lo cual mi pasaje salió $1,15. Llego a la panamericana, espero el poderoso dosi (los amigos llamamos así al 203). Voy parada porque estaba más lleno que carro de cartonero. De más está decir que iba con campera, cartera, bolsa, bolsita. Llegamos a la 202 y el señor chofer clava los frenos. Salí disparada por el pasillo, caí cual bolsa de papas y un señor se cae sobre mi anoréxica pierna. Veía una manada de gente caerse sobre mi, fue una sensación realmente fea. Me levanté, me sacudí un poco, me peiné y seguí mi viaje. Me sentía dolorida por todos lados. Me bajo en Savio City, compro unas leches en el Eki (me piden que abra el bolso para ver si me había choreado algo) y me voy a la remisería porque me dolía la pierna y no quería caminar.
El señor chofer decide que yo no quería ir a mi casa y agarra otro camino. Lo paré le dije con mi voz de camionera fumadora –“Le dije que agarrara por Querandíes”- El conductor dio una vuelta en U en el medio de la ruta y entró por la calle señalada. Llegamos a casa, le doy un billete de $10 y el muy turro no me da vuelto. Yo ya venía cruzada y le digo que hasta ahí me cobran $9 (un peso no me cambia la vida pero ya aumentó hace 3 días y lo único que me faltaba era que este viejo decrépito que me trajo en un carro me cague $1, recordemos que ya me curraron $0.05 en el 707), el chofer me dice que hable con los de la agencia, me bajé lo putee y entré a casa.
Agarré la compu, Google el número de la línea y llame para decir lo que me había pasado. La chica, muy gentilmente, me dijo que llame a la compañía de seguros. Llamé a la compañía de seguros que no me solucionaron nada y en cima me reprocharon que tengo que llamar de 10 a 16 hs., como si yo hubiera elegido que el colectivero chocara a las 16:15.
Increíble pero real. Estas cosas solo me pasan a mi. Ahora estoy en casa, con una bolsa de hielo en la pierna y comiendo una pera.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La clase de música

Las clases de música de la primaria fueron lo más aburrido y estresante que recuerdo de esas épocas.
Aburrido porque las canciones en el colegio de mojas no eran precisamente cumbia y estresante porque la maestra nos empujaba a ese tipo de situaciones.
Me acuerdo que cada clase la maestra (Marta) nos llamaba para que eligiéramos un instrumento. Marta agarraba cada instrumento y lo ponía en el piso del escenario del salón de actos (imagen que hoy recuerdo como si hubiera pasado hace 5 minutos). Con lista en mano llamaba de a uno para que se levantara y en silencio escogiera su instrumento. Era un momento de incertidumbre y de espera extrema. Todos querían ser el primero, el afortunado en elegir. El ambiente era tenso, se generaba una competencia no muy sana porque todos querían ser el primero. Ser el segundo o el número 23 daba lo mismo.
Dentro de la caja de los instrumentos había: el , por todos odiado, toc-toc, el maricón chin-chin, el triángulo de la muerte, el buscado xilofón y el codiciado PANDERO.
El pandero era el que primero se elegía. El afortunado de ser el primero en elegir, agarraba el pandero (no lo dudaba ni por un segundo). Yo no tengo recuerdos de haber llegado a la felicidad extrema de ser la poseedora del magnífico pandero (llámese pandero a una especie de pandereta sin chapitas ruidosas que se tocaba muy cuidadosamente con un palito para no romper el parche).
Llegar a tener el pandero era lo que un alumno aspiraba en todo el año. Era el climax de la clase de música. Sino te tocaba el pandero siempre debías conformarte con el odiado e insulso toc-toc (llámese toc-toc a dos pedazos de palos de escoba).
Una vez que cada uno tenía su instrumento, conforme o no, empezaba la clase. Esa parte ya no la recuerdo pero tocábamos canciones puras y sacrosantas, a lo sumo un carnavalito.

Recuerdos del colegio, ¿el tuyo?

viernes, 10 de septiembre de 2010

Palito, bombón, helado

Hoy es uno de esos días que muero por un helado. Un buen cuarto de dulce de leche granizado, chocolate amargo y frutilla al agua.
Algo que me pasa siempre es tentarme con los gustos de los demás cuando yo ya tengo mi helado. El otro día fuimos al local donde labura una amiga y nos regaló un cuarto a cada una. Fui la primera en pedir (dulce de leche granizado, chocolate amargo y mascarpone). Pato fue la tercera y pidió mascarpone (por sugerencia mía), banana split y dulce de leche granizado con garrapiñadas. ¡Una bomba!. Me dio bronca no haberlo visto porque era realmente orgásmico. Es ahí cuando necesité pedirle un poquito para probar.
Cada vez que con Cris tomamos helado se repite la misma escena, yo pido mi helado primero y cuando él ya tiene el suyo me arrepiento de no haber pedido el mismo gusto que él y le pido de probar. Ahora ya aprendió y me dice “cada uno come sus gustos” (porque ya sabe que siempre hago lo mismo) y no hay chances de robarle nada.

Mi debilidad, definitivamente, es el helado. ¿La tuya?

jueves, 9 de septiembre de 2010

Mujeres asesinas

¿Por qué será que cuando dos mujeres nos juntamos siempre hay alguien para sacarle el cuero? Entre sanguchito y sanguchito hay una masacre de amigas, compañeras, cuñadas, suegras, vecinas, tías, primas, dentistas, pediatras, viejas de los kioscos y cualquiera que ande dando vueltas.
Es algo totalmente inevitable e involuntario, pero a su vez necesario.
Si engaña al marido, si se viste mal, si tiene el pelo sucio, si no se tiñó las canas, si comió de más en el almuerzo. Todo es válido. Cualquier error, por más mínimo que sea sirve para tirotearla a quema ropa.
¿En qué grupo seré la pobre mina a la que descuartizan viva?
Nunca me enteré si alguien habló mal de mi, pero me gustaría saber qué es lo que me critican. Seguro dicen “es una negra cumbiera” o “¿viste que hace un curso de Bonsai? Jajaja. Sería muy divertido poder escuchar esas conversaciones.
Confieso que no soy una santa pero trato de no matar a nadie ( no la mato pero la dejo agonizando) soy la típica que después le da culpa.
Las mujeres somos terribles, pero hay hombres que son Doña Rosa en persona. Son asquerosamente chusmas y criticadores, pero lo ocultan y muy bien.
He presenciado algunas charlas de hombres criticadores y realmente meten miedo.

Como dice aquel viejo refrán: “Quién esté libre de pecados que arroje la primera piedra”.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Si te gusta bien y sino también

Hay cosas que hacemos que nos encantan pero preferimos esconder para que no nos burlen. Yo hago un curso de Bonsai. Los miércoles tengo clase y semana a semana los muchachos de la agencia esperan ese día con ansias para bardearme. Ojo, si yo estuviera del otro lado tampoco podría contenerme.
Escondemos actividades, gustos, parejas, ideales, de todo para no ser burlados.
De chica he ocultado gustos, pero cuando fui creciendo fui aprendiendo que cada uno es como es y eso está perfecto.
Hago Bonsais y escucho cumbia. Una combinación rara.
Un cliente del negocio de papá confesó bailar lambada. Es algo que en una cancha no podría contar, pero si se lo dice a una chica en un boliche la gana seguro.
Un amigo al principio de una relación no presentaba a su novia porque era un cuco. El la adoraba y seguro la veía hermosa pero para no ser burlado no la sacaba mucho.
Decimos cada cosa dependiendo del lugar en el que estemos y la gente que nos rodea. No quiero generalizar, pero el 90% de las mujeres nunca va a confesar si practicó o practica sexo anal y menos va a admitir que le encanta. Así como un hombre no confiesa que le gustan los travestis.
Sobre gustos no hay nada escrito.
¿Cuáles son tus gustos ocultos?.

martes, 7 de septiembre de 2010

No hay recetas

Cada vez que conoces a alguien hay 30 personas atrás tuyo que te dicen qué tenés que hacer. Cada uno te da una receta diferente. Vos preparás la tuya con los ingredientes que vas rescatando de acá y de allá.
Mi receta es hacer siempre lo que siento. Reconozco que ha fallado en muchas ocasiones pero también me ha dado muchos resultados.
Si bien hay algunos tips de cocina que siempre ayudan, cada uno arma con lo que tiene en la heladera lo que puede. No todos somos Narda Lepes.
He mezclado hasta sandía con vino y han salido de ahí varias bombas. Creo que de las 10 cosas que una mujer no tiene que hacer yo hice 9 y media y ahora aconsejo no hacerlas. Es verdad que hay que sacar diferentes recetarios para cada ocasión, y en eso, las mujeres somos expertas, o por lo menos decimos serlo. También están las excepciones que no dejan de mandarse de las suyas y espantar a todo espécimen masculino que se les pasa por delante. Pero la mayoría sabe cómo manejarse en las diferentes situaciones. Yo soy de esas que improvisan. Veo que hago cuando esté en el momento.
Reconozco que con la excusa de “no hay receta” nos justificamos para cometer las atrocidades más atroces y muchas veces pagamos las consecuencias. Sin embargo es parte del juego.

La película recomendada de hoy es: “Cómo perder a un hombre en 10 días”.
Es fenomenal (Flor dame una mano con quienes trabajan jaja).
Siéntanse identificadas mujeres.

lunes, 6 de septiembre de 2010

La guerra de los sexos

Si mañana volvieras a nacer y tuvieras la posibilidad de elegir, ¿optarías por ser hombre o mujer?
El almuerzo de hoy fue agitado. Con este tema en la mesa es imposible no morir de risa mientras intentas ingerir un bocado.
Yo, con mi sueño de ser camionera, no podía elegir otra opción que la de pasarme al bando opuesto. Sería hombre. Tengo varios motivos, pero uno de los principales es saber qué se siente tener eso tan característico de los hombres. Otro de los motivos es saber qué piensan y poder no complicarme tanto la vida con algunas cosas.
Los muchachos tuvieron sus dudas, pero al final de la hora cada uno ya había elegido su nuevo nombre: Jackie y Sofía. Imaginármelos con su cuerpo de ahora pero con nombre de mujer es algo que no voy a poder sacar de mi retina fácilmente. Yo decidí llamarme Martín y ser un Luciano Castro cualquiera, ¿es mucho no?.
La conclusión a la que arribamos es que para los hombres es más fácil ser mujer y que las chicas no dejarían de ser mujeres, pensamiento que confirma la teoría de los chicos.
Sea como sea yo probaría ser hombre. ¿Vos?

viernes, 3 de septiembre de 2010

La curiosidad mató al gato

Ayer vimos un video increíble de un señor que bailaba con su perro (Les dejo el link, es muy bueno: http://www.youtube.com/watch?v=FWFgyzFS0LM). Cuando terminé de verlo me quedé tildada buscando otros. Pasé por un gato que habla y un perro poseído hasta que llegué al estornudo más asqueroso del mundo que constaba de un señor que al estornudar se le salían mocos de 40 cm. de largo. Un asco, sabía que iba a ser asqueroso pero no pude no mirarlo.
Cuando conté esto una de las chicas dijo que vio algo así en vivo, me hubiera gustado estar en ese momento.
Soy de esas personas que cuando le dicen “no lo veas” lo tiene que ver. Es algo inevitable. Y no me vengan con que ninguno se metió aunque sea una vez en Rotten. Eso si era asqueroso y real.
¿Por qué será que lo morboso nos atrae? Crónica es el gran ejemplo y cuando hay un accidente todos ponemos ese canal para ver “si se ve algo”.
Hay un video que no pude ver y todavía lo busco que se trata de un señor que se masturba con un frasco de vidrio el cual se le rompe dentro de su esfínter. No tengo necesidad de verlo y se que va a ser un espanto, pero así y todo quiero encontrarlo.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Bendita seas

Las mujeres tenemos “esos días”. En la agencia varias veces los hombres pensaron ponernos un brazalete rojo (no colorado) para identificar cuándo no tenían que molestarnos demasiado.
Mi pregunta existencial de hoy es saber si los hombres también tienen “esos días” (y no significa que deba traer aparejado algún acontecimiento fisiológico).
Desde chicas nos enseñan cómo tenemos que sobrellevar esos días, pero ninguna habla de cómo hacer para no matar a nadie a veces. Que estamos más susceptibles, es sabido, pero cómo controlarlo es una incógnita. Igual, nada es tan grave que un cuarto de helado no pueda solucionar.
Acá voy a ser muy feminista, y pido perdón a los hombres lectores, a los hombres les tendría que pasar algo por mes para que antes de ponernos un brazalete rojo en el brazo lo piensen dos veces.
Mujeres, agradezcámosle a Dios por ser mujeres y a Evita poder votar (ja).

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La increíble Hulk

Ir a la cocina para prepararme un café y encontrarme con que la cafetera tiene 3 gotas es algo que me convierte en Hulk.
Me pasa lo mismo cuando vas al baño y el rollo de papel se acabó y nadie tuvo la sutiliza de cambiarlo.
Son cosas simples pero que, cuando se quiebran día a día, te enervan la sangre.
Pasa lo mismo cuando te estás bañando y a la persona anterior se le acabó el shampoo o la crema de enjuague. Es un ejercicio tan simple como sacar los pomos vacíos y poner nuevos y les juro por mi vida que no quedé paralítica por hacerlo.
Prácticamente todas las veces que mis hermanos se van a bañar se olvidan la toalla. Es algo básico, si te vas a bañar te llevas toalla, sin toalla no hay ducha. Me cansé de alcanzarles toallas hasta que decidí que si se quedaban sin se tendrían que secar con la de las manos. Obviamente mi madre aún les tiene piedad, les alcanza la bendita toalla y hasta me caga a pedos.
Dios que es tan grande decidió que debía escarmentar y un día me olvide yo la toalla. Calladita la boca use la de las manos jaja.