martes, 14 de septiembre de 2010

Con el pie izquierdo

Hoy mi día empezó con el pie izquierdo.
Me levanté con vos de camionera fumadora, un desastre. Llegué a la agencia, todo normal, ninguna bomba se avecinaba. A eso de las 10 de la mañana llega un paquete a mi nombre, el cual contenía las tarjetas personales de mi marca de ropa. Eran violetas en vez de azules (imprentero y la ru pu que te pa). Me dije a mi misma, puede pasar, pobre señor. A eso de las 3 de la tarde emprendí mi camino a casa ya que papá se operaba y me venía a cuidar a mis hermanos. Llego a la avenida, me tomo el 707, se me traba una moneda de 5 miserables centavos. El chofer no muy amigable destrabó la máquina pero no recuperé mis 5 centavos, por lo cual mi pasaje salió $1,15. Llego a la panamericana, espero el poderoso dosi (los amigos llamamos así al 203). Voy parada porque estaba más lleno que carro de cartonero. De más está decir que iba con campera, cartera, bolsa, bolsita. Llegamos a la 202 y el señor chofer clava los frenos. Salí disparada por el pasillo, caí cual bolsa de papas y un señor se cae sobre mi anoréxica pierna. Veía una manada de gente caerse sobre mi, fue una sensación realmente fea. Me levanté, me sacudí un poco, me peiné y seguí mi viaje. Me sentía dolorida por todos lados. Me bajo en Savio City, compro unas leches en el Eki (me piden que abra el bolso para ver si me había choreado algo) y me voy a la remisería porque me dolía la pierna y no quería caminar.
El señor chofer decide que yo no quería ir a mi casa y agarra otro camino. Lo paré le dije con mi voz de camionera fumadora –“Le dije que agarrara por Querandíes”- El conductor dio una vuelta en U en el medio de la ruta y entró por la calle señalada. Llegamos a casa, le doy un billete de $10 y el muy turro no me da vuelto. Yo ya venía cruzada y le digo que hasta ahí me cobran $9 (un peso no me cambia la vida pero ya aumentó hace 3 días y lo único que me faltaba era que este viejo decrépito que me trajo en un carro me cague $1, recordemos que ya me curraron $0.05 en el 707), el chofer me dice que hable con los de la agencia, me bajé lo putee y entré a casa.
Agarré la compu, Google el número de la línea y llame para decir lo que me había pasado. La chica, muy gentilmente, me dijo que llame a la compañía de seguros. Llamé a la compañía de seguros que no me solucionaron nada y en cima me reprocharon que tengo que llamar de 10 a 16 hs., como si yo hubiera elegido que el colectivero chocara a las 16:15.
Increíble pero real. Estas cosas solo me pasan a mi. Ahora estoy en casa, con una bolsa de hielo en la pierna y comiendo una pera.

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