miércoles, 6 de octubre de 2010

Un permitido

Estoy a dieta. O mejor dicho ¿estoy a dieta?.
Hay días que es imposible mantenerte a kiwis y lechuga. Hoy fue uno de ellos. Tengo la necesidad de algo dulce que no sea manzana. Si bien mi corazón me pide un kilo de chocolate, mi cerebro es más fuerte y me ayudó a respetar la dieta. Convengamos que después del fin de semana (el cual incluyó: 1 cuartito de helado, una caja de bombones, Doritos, Cheetos, un tamal y una empanada tucumana de la feria de las colectividades, entre otros), no me puedo hacer mucho la loca.
El verano me está sorprendido y, a pesar de mi estrictísima dieta, los pantalones ya no suplican por aire.
Me espera en casa un chocolate Milka relleno con mousse, una bomba atómica digna de ser detonada, pero prometo serle fiel al kiwi y guardar tan solo un cuarto de ese chocolate como permitido para el domingo.
Veremos que nos tira la balanza en la semana.

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