lunes, 18 de octubre de 2010

Nadie se atreva a tocar a mi vieja

Los regalos del día de la madre son algo que me estresa. Un mes antes lo tengo a mi padre limándome la cabeza con: “¿qué le vamos a regalar a mami?” o “miren que es su mamá no la mía”. Amenazas que me entran por un oído y me salen por el otro.
Luego de 23 días de la madre y con una progenitora que no te tira ni una pista, hacer un regalo es imposible. Según ella no le falta nada, no necesita nada. Vamos, siempre algún par de zapatos necesitas.
Al final compramos: un par de chatitas divinas (las compré mientras me compraba un par para mi), un par de esos suecos de goma espantosos, una cafetera que quería, una caja de trufas y un vale por un celular. La caja de trufas se liquidó en el momento, era para la familia jajaja.
De los regalos de las abuelas, nosotros como hijos, zafamos porque al no ser nuestras madres, ponemos la misma amenaza que papá: “es tu mamá, no la nuestra”.
¿Festejaré algún día el día de la madre?. Creo que estoy un poquitito más cerca, mi sobrino 0 km. me ama.


Un dato muy curioso es que el día de la madre es una fecha en la cual se apresan a muchos delincuentes prófugos cuando estos van a visitar a sus madres en su día. La madre para los presos es intocable.

1 comentario:

  1. jajajajajaajaj me mato lo d q compraste unas chatitas mientras t comprabas unos zapatos para vos!!! Adictaaaaaaaaaa jajajajjaaj
    Beso Vaca
    Ro

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