viernes, 29 de octubre de 2010

Blancas Palomitas

Las mujeres somos masoquistas.
No hay necesidad de meternos en el Facebook de ese chico cada 5 minutos. No habló nunca de nosotras, no nos dedicó ningún tema, su nick no es para nosotras, no puso “tengo una relación con” y no lo va a hacer ni en los próximos 5 minutos ni en 2 horas. ¿Por qué?. Respuesta simple y obvia, porque es hombre.
Nosotras sí somos más imbéciles que las palomas. Nosotras si dedicamos temas, ponemos nicks para ellos (súper disimulados) y admitimos tener relaciones que no empezaron. ¿Por qué?. Respuesta simple y obvia, porque somos mujeres.
Los hombres son más simples que el sexo opuesto, son realmente básicos. Si quieren hacer algo lo hacen y punto. Nosotras no, siempre necesitamos rebuscar un poco las cosas, para no perder la costumbre. Nuestras ancestras lo vienen haciendo desde el principio de la eternidad, ¿por qué no lo vamos a hacer ahora?
Si bien los hombres son básicos como las milanesas con puré, son a su vez, hijos del rigor.
Te tienen con la correa bien cortita, comiendo de su mano, pero cuando decidís cortarla y abrirle paso a otras migajas, se dan cuenta de que te necesitan. Es en ese preciso momento cuando empiezan a hablarte, llamarte, dedicarte nicks y a hacerte escenitas de celos que no tienen lugar.
Todos los hombres, absolutamente todos, vuelven con la cola entre las patas tarde o temprano. El problema no es ese. El problema a erradicar es que nosotras, imbéciles cual palomas, caemos en la trampa. Es un círculo vicioso sin fin y sin retorno.
Creemos que esta vez si va a cambiar, que si nos va a dedicar tiempo, en fin, falsas promesas cantarían mis amigos de Tambó-Tambó.
Palomillas a volar y buscar otras migajas de las cuales alimentarnos. No todos los buenos hombres están ocupados y no todos los malos hombres nos arruinarán la vida.

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