martes, 12 de octubre de 2010

Todo al negro

Me da mucha bronca cuando tenés algo planeado y se pincha o cuando le pusiste todas las fichas y no sale.
Me pasó en un trabajo. Me llamaron para la primera entrevista. Llegué a casa y me había gastado el sueldo de todo el año pensando en qué me iba a comprar. No me llamaron nunca más y obviamente no me compré nada.
Pasa lo mismo en las relaciones. Apostás todo a ese caballito y en una de esas se te tropieza y te quedas sin el caballo y sin la apuesta. Es duro volver a juntar las fichas.
Son las reglas del juego. Hay un dicho muy sabio que dice: “El que no arriesga no gana”, pero tampoco pierde, ese es un agregado.
Soy de esas personas que ponen todas las fichas en la mesa. No me guardo nada por las dudas. He ganado muchas veces, pero también me he quedado sin nada. No me arrepiento, porque hice lo que me pareció en ese momento.

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