martes, 24 de agosto de 2010

Mi mamá me mima

Un día nos peleamos tanto pero tanto por esos jueguitos que tienen el tetris que mi mamá nos lo saco y lo estampó contra una pared. Tuvimos varios de esos aparatos y siempre tuvieron el mismo y triste final.
Hechos que te marcan de niño pero te hacen reír de grande.
Lo del tetris lo recuerdo como si fuera hoy. Después de que quedó hecho trizas hubo un silencio de cementerio y no nos peleamos más en todo el día. Una solución rápida a un problema concreto. Es algo como “si matás al perro no hay más rabia”.
Otro hecho traumático que recuerdo es cuando jugábamos en el techo (está claro que no debíamos hacer eso). Mamá un día salió al patio y contó hasta 3 para que bajáramos. Yo corrí por la medianera y bajé. Mi hermano se tiró del techo. Si, se tiró sin pensarlo, llevándose con él la canaleta, pero logró bajarse antes de que mamá llegue al temido 3.
En otra ocasión, y esto si me marcó para toda la vida, el ratón Pérez me dejó un cepillo de dientes. ¿Con qué necesidad?

Traumas de niño que perduran en el tiempo.

1 comentario:

  1. Si nos habrán hecho cagar en las patas cuando jugaban arriba del techo!!! :-)

    ResponderEliminar