viernes, 13 de agosto de 2010

Historias de mascotas

¿Quién no tuvo una mascota?, hasta los chicos de departamento las tienen.
En casa tuvimos: gatos, perros, jerbos, caballo, conejos, patos, gallinas, codornices, hámsters, peces, lagartija, araña, tortuga, hermanos.
Lo mejor de las mascotas son las anécdotas que estas traen consigo.
Una de ellas, la cual nos marcó, pasó cuando la perra tuvo perritos prematuros y todos murieron. Papá “los enterró”, pero desgraciadamente fue visto por uno de mis hermanos cuando los revoleaba a las vías. Algo que aún hoy reprochamos. Otra vez entró a casa un perro todo lleno de gusanos, podrido, oloroso, un asco, papá lo puso en una bolsa de cebollas y “se lo llevó a una señora que lo va a cuidar”, nunca nos confesó qué hizo con el bicho.
Llega el tema a la mesa y una de las chicas cuenta que a su amiga se le prendió fuego el hámster cuando le fue a dar calor arriba de una hornalla. ¡Increíble!. La desesperación de esa pobre niña mientras intenta salvarle la vida a su amado hámster debe haber sido mucha, la risa de mi compañera, imperdible.
La mejor anécdota se la lleva Loli con su cuento: En un country una familia tiene de mascota un perro y los vecinos adquieren un conejo. La familia del conejo le dice a la del perro que por favor tuvieran cuidado de que el perro no mate al conejo. La familia del perro aseguró que no habría problemas. Un día la familia del perro encuentra a su mascota con el conejo en la boca. Todos entraron en pánico por el lío que se les avecinaba. Aterrorizados limpiaron un poco al difunto conejo y lo pusieron en la jaula como si no hubiera pasado nada.
La familia del conejo retorna a su hogar y cuando ven a su mascota van a los vecinos y les preguntan si vieron algo en su casa porque había aparecido en la jaula el conejo que había muerto hacía días y ellos mismos habían enterrado.
Resultó ser que el conejo había estirado la pata naturalmente y el perro lo desenterró para jugar. Yo me imagino a la familia del perro haciendo un grupo comando para poner al conejo de nuevo en la jaula. ¡Espectacular!

Historias que perduran en el tiempo y se recuerdan cada Navidad.

4 comentarios:

  1. Todavía me río con la historia de tu viejo revoleando los perritos a las vías!!! Qué guacho!!! :-)

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  2. jajaja nosotros también. Me lo imagino a Manu (re chiquito en ese momento) viendo a papá revoleando a los pobres perros.

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  3. jajajajajaa muy bueno ese ultimoo!!...

    buenisimo el blog gordaa!!! te kierooooo!!!


    pato!

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  4. Celes, tendrias que dedidar un post completo a la historia del perrito podri!!! siempre me acuerdo de como nos reimos ese dia ... es buenisima!! Suerte y me encantó tu blog.. muy diver

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