martes, 1 de febrero de 2011

Círculo vicioso

Las mujeres somos detallistas, por no decir enfermas de verle defectos a la gente y sobre todo a las mujeres que son posibles competidoras. Vemos cosas que los hombres no verían jamás en sus vidas.
Por ejemplo el otro día fuimos a comer afuera con Cris, mi hermano y su novia. Lo primero que le vimos a la camarera, y lo mencionamos las dos al mismo tiempo, fueron los bigotes, tremendos bigotes. Lo mismo pasó con el instructor de una de las excursiones y sus piernas depiladas. Bom-bom, pero con piernas depiladas.
Vemos defectos, malas combinaciones, piernas chuecas, ojos bizcos, pelo pajoso, pintura de uñas saltada y rimel corrido, entre otros. Sin embargo, ¿qué dirán de nosotras? Nunca me puse a pensarlo y soy feliz sin hacerlo jajaja
Es obvio que mientras nosotras le vemos algo a la pobre mina que se nos sentó al lado en el bondi, hay otra que piensa algo de nosotras y busca en cada centímetro un defecto que la reconforta y la hace sentir que no es la única que tiene celulitis, por citar un ejemplo común. Necesitamos de ese defecto para sentirnos un poco mejor y darnos cuenta que la mina de al lado también tiene algún pelo de más, alguna cicatriz que debe odiar y cosas por el estilo. Es un círculo vicioso. Es como el signito de reciclado, siempre vuelve a empezar.

1 comentario:

  1. Hacés bien en no querer saber qué es lo que los hombres miramos y/o pensamos...

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