miércoles, 4 de abril de 2012

Vísperas de empacho

Todas las pascuas de mi vida no adulta las pasé empachada.
Ese mismo domingo me quedaba sin huevos o con muy poco de ellos y me ganaba dos cosas:
1) un dolor de panza de la hostia
2) una cagada a pedos por haberme comido todo y terminar vomitando por toda la casa.
¿Debilidad por el chocolate? está a la vista.

Las pascuas me traen recuerdos, olores, sensaciones.
Recuerdos: La casa de mi abuelo con el huevo más grande que haya visto en mi vida y la casa de mi abuela comiendo cépelas.
Olores: Chocolate y confites
Sensaciones: incomodidad, en una pascua "me hice señorita".

Se que voy a estar en el recuerdo de mi ahijada. El año pasado le hice yo unos huevos, la primera vez que hacía ese tipo de cosas. El resultado fue espantoso. Hice los huevos más feos del mundo. Llega pascuas y la chica se empieza a mover de un lado al otro cual loco con chaleco de fuerza.

Veremos que pasa este domingo, por lo pronto se que la coneja me va a traer un huevo lleno de trufas del Viejo Oso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario